Los contenidos curriculares que el alumnado debe interiorizar en cada uno de los trimestres se enmarcan en situaciones o espacios conocidos e imaginarios. Es decir, se presenta una situación vivida por los protagonistas en la que los alumnos deben observar, solucionar, medir, contar… de forma que adquieran los contenidos de la manera más vivencial y manipulativa posible.

Por otro lado, ya que la lengua vehicular es un segundo idioma, hemos elaborado un proyecto claro y conciso, así los textos son breves y el nivel de inglés es accesible, tanto para el profesorado como para el alumnado, ya que el material está cargado de ilustraciones, fotografías, esquemas, cuadros comparativos, representaciones…

El material está formado por dos libros, uno el studentbook; otro, el workbook.

El workbook, además de las actividades y ejercicios propios, incluye en cada unidad, una hoja de autoevaluación, otra de resolución de problemas (adaptados al tema) y una que forma parte del programa de cálculo. Y al finalizar cada trimestre, hay lo que hemos querido llamar “global” que son una serie de problemas a resolver que precisan el uso de los contenidos aprendidos en ese trimestre.

Además, el workbook dedica sus últimas páginas al cálculo mental. Para el desarrollo de este programa, el maestro/a cuenta con una hoja de registro de la velocidad de cálculo, las hojas de cálculo fotocopiables y las páginas llamadas “progress”, que no es más que un gráfico de barras que cada alumno/a irá coloreando en función de sus resultados (número de aciertos y número de intentos). Así hay un gráfico para cada trimestre, más uno general para representar su evolución a lo largo del curso. Resultando muy cómodo al maestro/a a la hora de evaluar.

Por supuesto, se incluyen actividades de refuerzo – ampliación y de evaluación.